Murillo, Méndez y Berkman, la trilogía del clan mafioso del gobierno de facto

"A cuatro días de la toma del poder por Jeanine Añez, estas personas ya estaban generando los medios materiales para saquear al Estado Boliviano”

Luego de conocer el sobreprecio en la adquisición de gases lacrimógenos y armas no letales por más de dos millones de dólares, en la gestión 2019, durante el Gobierno De Facto, el FBI investigó y aprehendió al ex jefe de gabinete de Arturo Murillo, Rodrigo Méndez Mendizábal, quien es acusado por lavado de dinero y soborno.

Son dos trilogías del clan mafioso del Gobierno De Facto, donde Jeanine Añez, Arturo Murillo y Luis Fernando López, conforman el núcleo principal de esta red, que la siguen el mismo Murillo, Rodrigo Méndez y Luis Berkman, dueño de la empresa Bravo Tactial Solutions, el intermediario de la compra de gases lacrimógenos.

Rodrigo Méndez Mendizábal era amigo de confianza del ex ministro Arturo Murillo, su Jefe de Gabinete durante el Gobierno De Facto, y quien ahora es detenido por violar la ley de los Estados Unidos, por prácticas abruptas en el extranjero.

Méndez Mendizábal no solo compartía y era afín a Murillo, sino también con la señora Jeanine Añez, Aníbal Cruz (ex ministro de Salud), Yerko Núñez (ex ministro de la Presidencia), Erick Foronda (secretario privado de Jeanine Añez y ex funcionario de la embajada norteamericana), Fernando López Julio (ex ministro de Defensa), e Israel Alanoca y (Asesor personal cuando Murillo era Senador), y en todos los casos se tiene pruebas de esta relación.

Méndez, Murillo y Luis Berkman fueron mejores amigos en la infancia, este último acusado de tráfico de armas en 2001 y dueño de la empresa Bravo Tactial Solutions, que compra los gases antidisturbios a la empresa Cóndor del Brasil, y luego los vende a Bolivia, con un sobreprecio de 2.3 millones de dólares, monto que después es repartido por las personas que conforman el clan.

A cuatro días de la toma del poder por Jeanine Añez, estas personas “ya estaban generando los medios materiales para saquear al Estado Boliviano”, y es el FBI quien pinchó teléfonos, intervino correos electrónicos y mensajes de WhatsApp, además de datos de movimientos bancarios hasta que logró determinar la vinculación de Méndez con el lavado de dineros y sobornos mediante una empresa.