Durante el gran evento de presentación de los resultados de erradicación, concertación y racionalización de la coca en 2021, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, comunicó que, hasta el 14 de diciembre de la presente gestión, el número total de hectáreas erradicadas de hoja de coca llegó a 9.457.

“Venimos de un 2020 donde hubo un aumento del 15% de cultivos de hoja de coca, con medidas de represión ejercidas por el régimen pasado que han tenido efectos negativos en los precios para la comercialización de la hoja de coca, y con los pocos medios logísticos que heredamos y una Fuerzas de Tarea Conjunta debilitadas por la inacción del pasado gobierno nuestro trabajo se complicó, sin embargo, queremos comunicar al pueblo boliviano que hasta el 14 de diciembre de la presente gestión el número total de hectáreas erradicadas de hoja de coca llegó a 9.457”, manifestó durante su alocución.

Recordó que, durante el Gobierno De Facto, se tomaron acciones represivas contra productores cocaleros, se los criminalizó e incluso las tareas de erradicación fueron descuidadas, llegando simplemente a 1.770 hectáreas sin contar que se paralizó la erradicación por 178 días, desde el día que el expresidente Evo Morales fue obligado a salir del país.

Con la recuperación de la democracia, ganando las elecciones con el voto del pueblo boliviano, a la cabeza del presidente Luis Arce se retomó el modelo boliviano de erradicación y racionalización de la hoja de coca, sin represión, con diálogo y respetando los derechos humanos y derechos de la madre tierra que con la Constitución Política del Estado reconocen a la hoja de coca como milenaria, tradicional y ancestral, siendo protegida en el marco jurídico boliviano.

“Concluyo esta breve exposición reconociendo el trabajo de todas y todos aquellos que este año han demostrado su compromiso con el país, y que a pesar de las dificultades que hemos atravesado hemos superado las expectativas. De oriente a Occidente, de Norte a Sur, la hoja de coca se ha constituido en elemento central de la visión del boliviano, llegando a ser consumida en cada milímetro del territorio nacional, de forma tradicional o bajo la fuerza creativa del oriente.  El acullico o el acto de bolear forman parte de la rutina de millones de bolivianos. La hoja de coca es transversal en la construcción de bolivianidad”, finalizó la autoridad.